Con todo el respeto, queridísimo y muy honorable rey del pollo frito, voy a darte unos consejitos gratis para que tengamos la fiesta en paz. Sobre todo tú. Estás a tiempo de retirar esa denuncia que pusiste en un momento de ofuscación. Estás a tiempo de dejar tranquila a la gente de “a las barricadas” que intentan sacar adelante un proyecto serio, libertario, con respaldo efectivo, el trabajo de un colectivo noble y dispar, que de todo hay, que no tiene porqué pagar tus honorables ataques de honorable divo histérico. Estas a tiempo de evitar que la mierda te tape esa carita de tertuliano con patatas que se te ha puesto, Ramonín, hijo. Si tú no retiras esa denuncia, honorable Ramonín, y esa página con miles de lectores sufre problemas de viabilidad económica por el alto precio de tu “indudable” honorabilidad, la habrás cagado mucho más de lo que la cagas desde hace treinta años, que no es poco. Si hay comentarios que no te gustan, amigo y muy honorable Ramonín, te jodes y bailas. En eso consiste esto de la libertad. ¿Te acuerdas cuando cantabas aquello tan bonito de me firmareis el culo? ¿Te acuerdas cuando escupías a la peña en tus conciertos? ¿Te acuerdas Ramonín? Que tiempos. Si cada vez que de tu boca salía un insulto un juez te hubiera clavado un kilito estarías vendiendo cartones en tu barrio Ramonín. ¿Te acuerdas de por la filós, Ramonín? ¿Quieres que repasemos aquellos honorables artículos para que veas como tu concepto del honor varía según quien sea el objeto de las invectivas, chanzas o burlas? ¿Que habría sido de ti, honorable Ramonín, si los jueces de los setenta hubieran hecho los asquitos al honor que tu haces ahora, famoso y forradete?Querido y muy honorable Ramonín, voy a ponerte un ejemplo que hasta tú entenderás sin dificultad. Imagínate, ánimo, tu puedes, uno de esos días que vas a tomar una garimba por ahí. Por esas cosas de la vida te da por ir al tigre. Allí alguien escribió, un suponer, Ramonín es tontito, con un rotulador. ¿Qué harías? ¿Llamar a la madera para que detengan al dueño del bar? ¿Denunciar a la comunidad de vecinos propietaria del inmueble? ¿Investigar la marca del rotulador? Honorable Ramonín, hijo, a todos nos han faltado al honor alguna vez. Pero tu que eres muy vivillo y te sabes a tus clásicos sabes que eso de preferir la honra sin barcos a los barcos sin honra es de hace tres siglos. Mira Ramonín, haz un experimento. Compra el Jueves. Si cada personaje con el que se hacen coñas se hiciera la monja violada mancillada en su honor no existiría la revista que sale los miércoles, de lo poco potable que nos queda en los kioscos. Si tú te cargas a las barricadas un honorable fantasma te perseguirá siempre. No te asustes. Serás tu mismo que no te aguantas. Ramonín, majo. Ah, por cierto, si te he faltado al honor vete al juez. Soy insolvente. Como tú.
Abel Ortiz