El manifiesto del MLC, nos lo ha trasmitido La Cizalla Acrata a través de La haine.
LOS LIBERTARIOS Y LA SOLIDARIDAD
(BREVE MANUAL INFORMATIVO PARA CALUMNIADORES OCIOSOS)
Como es público y notorio, el Movimiento Libertario Cubano desplegó entre los días 26 y 29 de agosto una campaña internacional solidaria por la libertad inmediata del músico de punk-rock Gorki Águila perteneciente a la banda Porno para Ricardo; campaña que, por simple y obvia extensión debe entenderse también como un preocupado alerta y como un repudio clamoroso en torno a las persecuciones y hostigamientos de que es objeto en este preciso instante la juventud contracultural y contestataria que lucha en Cuba por forjar una palabra y una expresión propias a través de la música, el teatro o la creación de blogs entre otros espacios de búsqueda y creación. No hace falta señalarle a nadie mínimamente honesto y medianamente bien informado que el MLC inscribe esta denuncia en el marco de sus opciones y sus sensibilidades raigales anti-capitalistas, anti-estatistas y anti-autoritarias. No obstante ello, una vez más se planteó alrededor del asunto el ejercicio de las calumnias más triviales y pedestres; calumnias que vuelven a ubicar en forma aburridora y repetitiva al MLC “al servicio de la derecha y del imperialismo” y que en esta ocasión también convivieron con el insólito y divertido rumor -anónimo, por supuesto- de que esta humilde agrupación de anarquistas exiliados no sería más que una operación de inteligencia del aparato castrista para “justificar” un nuevo embate represivo contra una oposición interna que comienza a asomar algo más que sus narices. El “fundamento” de tales dislates consiste, en primer lugar, en constatar que la campaña por la libertad de Gorki ha sido profusamente acogida por los grandes medios internacionales de prensa y, en segundo término, en suponer que esta misma campaña generó elementos de distracción respecto a las “propuestas programáticas” presentadas recientemente por Pedros Campos Santos y algunos de sus compañeros con miras a ser discutidas en el próximo congreso del Partido Comunista.
Sobre ambos extravíos habrá bastantes cosas para decir y que ahora apenas habremos de esbozar.
Digamos, antes que nada, que el perfil ideológico del MLC es cristalino; y, lo que es más drástico y definitorio todavía, es anárquicamente cristalino. Cualquiera que quiera seguir nuestros pronunciamientos y tomas de posición de los últimos años no tiene más que recurrir a nuestra modesta y desactualizada página web: http://www.mlc.acultura.org.ve/. Allí encontrará, en la sección de Comunicados, todo lo que hemos dicho entre los años 2002 y 2005 y también encontrará lo que hemos dicho entre el 2005 y el día de la fecha cuando nuestras precarias posibilidades tecnológicas nos permitan añadir los pronunciamientos sucesivos. Los suspicaces que nunca faltan han señalado como supuesto demérito que la página está alojada en un servidor venezolano: ¿es que acaso esperaban que el Granma aceptara ser nuestro portal de ingreso? ¡No! el MLC vive y actúa también gracias al aporte solidario de compañeros anarquistas distribuídos por el ancho mundo, entre los cuales hay que señalar muy especialmente a El Libertario de Venezuela y al GALSIC en Francia, sin olvidarnos de la encomiable labor de difusión que desarrolla desde Brasil la Agencia de Noticias Anarquistas. Nada de esto nos avergüenza y mucho menos lo ocultamos sino que nos conmueve, nos alienta y nos refuerza en el horizonte entrañable de construir un mundo de hombres y mujeres libres, iguales y solidarios.
Anti-capitalismo, anti-estatismo y anti-autoritarismo
En esta empresa anti-capitalista, anti-estatista y anti-autoritaria -repitámoslo bien alto, porque los idiotas y los canallas parecen no entenderlo- el MLC ha encontrado y multiplicado en el correr de los años múltiples hospedajes en los que tenemos una respetuosa acogida: en las páginas anarquistas, por supuesto -en A-Infos, A las barricadas, Klinamen, Punto de Fuga y las webs de CNT y CGT del Estado español entre muchas otras- y así también en aquellas que se consideran como anticapitalistas a secas -Kaos en la Red, La Haine, los múltiples Indymedias, etc. El MLC no envía sus comunicados a la CNN ni al Miami Herald ni a Libertad Digital y ni tan siquiera a Amnesty International; y ello es así porque no considera que allí sea posible encontrar un espacio de diálogo y de afinidades ni que tales medios puedan actuar como caja de resonancia de un proyecto anarquista; algo que cualquier interesado puede confirmar con un mínimo de esfuerzo y de sanas intenciones simplemente registrando quiénes son aquellos que hasta ahora nos han hecho un lugar. Pero, eso sí, tampoco puede evitar que dichos medios y tantos otros se hagan eco muy ocasionalmente de denuncias sobre el persistente comportamiento liberticida del régimen político cubano. ¿Eso quiere decir que el MLC está no en forma expresa pero sí inconcientemente “al servicio de la derecha”? ¡Absurdo! Lo que sí está “al servicio de la derecha y del imperialismo” es ese carcamán esperpéntico vistiendo Addidas que aun moribundo, de lengua trabada y erráticos pensamientos sigue dando motivos para que la prensa pro-capitalista del mundo entero celebre un interminable festín con sus dichos y sus desechos, con su sobrevida y sus sobras, con sus descuidadas congratulaciones a la sobre-explotación de los trabajadores chinos y las patadas de taekwondo. Lo que sí está “al servicio de la derecha y del imperialismo” es ese inagotable manantial de estupideces que continúa imperturbable bajo la batuta del Pequeño Hermano y que le permite a la prensa pro-capitalista asociar la represión, la intolerancia y el matonismo con la revolución y el socialismo como si estos últimos tuvieran algún remoto parentesco con esa patética mascarada protagonizada por la élite dominante en Cuba. En otras palabras, que gritaremos hasta la afonía: “al servicio de la derecha y del imperialismo” no estamos aquellos que denunciamos errores, exacciones y atrocidades sino quienes los cometen; algo que seguiremos repitiendo incluso a pesar de quienes en histéricas pataletas continuarán condenando al mensajero antes de leer y mucho menos pensar en el contenido del mensaje.
Sobre el reclamo de un socialismo participativo y autogestionario
En segundo término, el MLC tampoco tiene nada que ver con las Propuestas Programáticas suscritas por Pedro Campos y “varios compañeros” y que se dieran a conocer a través de las páginas de la web del Estado español Kaos en la Red: el MLC no las ha promovido ni instigado directa o indirectamente y tampoco las obstaculiza o las sabotea por ninguno de los precarios medios a su alcance. Una vez más diremos algo que es completamente diáfano para cualquiera que se tome el trabajo de averiguarlo: el MLC es una modesta agrupación anarquista de cubanos exiliados creada en el lejano año de 1961 y que ha desarrollado a lo largo y a lo ancho de las décadas subsiguientes una prédica que no se remite a otra cosa que a sus reflexiones, sin importar demasiado si éstas responden a una meditación serena o a nuestras muchas pasiones. El MLC no responde ni por asomo a una confabulación castrista -¡justo ahora!- orientada a distraer la atención respecto a las propuestas programáticas de Pedro Campos y sus compañeros. Antes que eso, cualquiera que pretenda entender los cruces y las coincidencias que se han dado en los últimos días tiene que partir de la necesaria asignación de autonomías a cada uno de los actores colectivos que se han dejado ver de un modo o de otro; sabiendo que cada cual se mueve en función de sus objetivos y de sus posibilidades y no al servicio de alguna oscura maquinación. En esos cruces y en esas coincidencias, el MLC ha hecho saber sin ninguna clase de vacilación y sin dar lugar a ninguna clase de malentendido de su sentir y sus gestos solidarios hacia la banda Porno para Ricardo y hacia Gorki Águila en particular; y lo ha hecho respetando el camino propio que ellos están forjando con dignidad, rebeldía y entereza y que no tiene porqué ser el mismo camino que nosotros hemos elegido. Así lo haremos con cualquiera de los muchos nucleamientos juveniles que hoy pugnan por enarbolar banderas contestatarias pero sin reclamar de nuestra parte paternidades o directivas inexistentes y así lo haremos también con cualquiera que sea objeto de persecución por parte de los aparatos represivos del Estado.
Mientras tanto, las Propuestas Programáticas de Pedro Campos y sus compañeros tienen también vida propia. Como es sabido, las mismas han sido pensadas para su discusión en el próximo Congreso del Partido Comunista en el año 2009; algo con lo que no tenemos el más mínimo compromiso y sobre lo cual difícilmente podríamos ejercer algún tipo de interferencia. Sin perjuicio de esto y sin que estas palabras impliquen un posicionamiento -que ya veremos en algún momento si vale la pena asumir o no-, cabe decir que hemos seguido con especial atención las elaboraciones de Pedro Campos en los últimos meses. Esas elaboraciones han puesto de manifiesto algunas cosas a las que somos especialmente afectos: reconocimiento de la crisis que padece la sociedad cubana, puesta en evidencia del fracaso de la estatización absoluta y de la planificación centralizada, críticas a la eternización sin plazo de finalización del trabajo asalariado, rescate de una perspectiva autogestionaria, etc. Todas estas líneas de elaboración y sus sostenedores merecen nuestro respeto, así como lo merecen todos aquellos que están dispuestos a buscar sendas alternativas ante una situación angustiante y prácticamente terminal.
Buenas intenciones sin mañana.
Sin embargo, creemos que estas buenas intenciones no pueden menos que extraviarse si antes no queda claro cuál es la trama de poder en la cual se inscriben. En tal sentido, no creemos que se pueda avanzar demasiado mentando la soga en casa del ahorcado: no es posible acordar un desguace real de la estatización con quienes están a cargo del Estado y son sus directos beneficiarios en tanto clase dominante, no es posible abatir los privilegios burocráticos en ameno diálogo con la burocracia y mucho menos todavía es posible desmontar los mecanismos de represión y coacción haciendo gala de cortesía y buenos modales con quienes los han erigido y radican en los mismos su principal base de sustentación. La historia es implacable en tal sentido y mucho nos tememos que las Propuestas Programáticas serán rodeadas, como hasta ahora, del silencio y la indiferencia del “comediante en jefe” y su séquito cortesano; serán objeto también -y ya se está viendo- del vituperio y la calumnia de las guardias periodísticas de retén que la élite del poder activa toda vez que le resulta necesario; y, por último, no es para nada descartable que también sean el blanco de alguna operación de cerco y aniquilamiento. O que, en el mejor de los casos, todo el impulso termine con la formación de pequeñas cooperativas agrícolas a las que se encargará de quitar el marabú de las tierras improductivas. De más está decir que no disfrutamos de ninguna de estas cosas, pero tampoco nos hacemos demasiadas ilusiones respecto a este nuevo tránsito por los clásicos callejones sin salida.
Anti-castristas y anti-imperialistas
Estas aclaraciones son una constancia necesaria pero bien sabemos que las mismas caerán en saco roto toda vez que los interlocutores apelen al fanatismo y a la fe antes que a la razón, al entendimiento o al sentido común. Eso lo sabemos desde hace mucho tiempo y seguramente viene a cuento recordar unas palabras escritas en 1963 por uno de nuestros fundadores hoy fallecido: “Sabemos perfectamente bien que esta lucha está más preñada de peligros morales e ideológicos que de peligros físicos. Bajo ningún concepto nos aliaremos a las fuerzas retrógradas que luchan contra Castro para recobrar sus perdidos privilegios ni hipotecaremos la libertad y la independencia del movimiento libertario ni del pueblo cubano. Mantendremos el pabellón de combate en alto y no lo mancharemos con ningún acto inconfesable. Seremos fieles hasta el final a nuestros principios y nuestra moral revolucionaria.” Y, guste o no, exactamente eso es lo que hemos hecho los anarquistas cubanos hasta el día de hoy, a pesar de todas las calumnias, todas las difamaciones, todas las mentiras y todas las sospechas que son capaces de sembrar los propagandistas de ocasión y quienes sin el menor análisis están siempre dispuestos a creerles a pies juntillas. Nadie podrá imputarnos a nosotros complicidad de ningún tipo con agencias gubernamentales de los Estados Unidos y nadie podrá probar jamás que hemos recibido clase alguna de financiación espuria: somos gente sencilla, distribuida por el mundo y que vive de su trabajo; gente cuya mayor riqueza -incalculable, por cierto- reside en la solidaridad de nuestros compañeros de cien rincones distintos del planeta.
Y ahora es hora de decirlo nuevamente aunque ya esté dicho una y mil veces a lo largo del tiempo. El MLC es una agrupación anarquista y, por lo tanto, es una agrupación anti-capitalista, anti-estatista y anti-autoritaria; revolucionaria, socialista y libertaria. Respecto a tales cosas tenemos ideas propias que son innegociables y también el fruto de un largo aprendizaje en la historia de los movimientos revolucionarios de América Latina. En tal sentido estamos enteramente convencidos que esa misma historia es una demostración palpable de que el caudillismo personalista resulta ser un obstáculo superlativo de la construcción socialista; algo que en los últimos tiempos, afortunadamente, ha hecho carne en un número cada vez mayor de personas. Y si no que lo digan aquellos que se han quejado recientemente de las últimas “reflexiones” de Fidel Castro, los que han puesto el grito en el cielo por las inconsecuencias de Hugo Chávez desviviéndose en halagos con el Borbón y con la burguesía venezolana o los que han estropeado las visitas de Daniel Ortega a Honduras y a Paraguay; muchos de los cuales estarían dispuestos de todos modos a arrancarles los ojos a los integrantes del MLC sólo por haberlo dicho antes, más claro y más alto. Para nosotros esto no es más que una confirmación. El socialismo no es ahora, no lo fue antes ni será nunca un rapto de inspiración caudillista y tampoco puede dejarse en manos de las élites y las vanguardias auto-consagradas y excluyentes. El socialismo es una cuestión de la sociedad y sólo puede cobrar vida entre la gente, el pueblo, la multitud o como se le quiera llamar; y exige organizaciones autónomas que actúen en un marco de entera libertad en el que todos puedan decidir los senderos individuales y colectivos a seguir.
Así de simple: simplemente Libertad
Ésa es la apuesta de largo alcance del MLC y es por eso que nos solidarizamos plenamente con los jóvenes integrantes de Porno para Ricardo, en el entendido de que el cese de la represión sobre las expresiones juveniles contraculturales y al margen del Estado no puede demorarse un segundo más. Esto no representaría ni mucho menos la realización de nuestros más caros anhelos pero sí es el camino en el que puede fraguarse realmente un horizonte socialista y libertario: no desde las beneméritas alturas sino desde los explotados, desde los oprimidos, desde los rebeldes, desde los que han hecho de su desesperación y su estallido un rescoldo de libertad.
No hay en esto ni confabulaciones ni misterios ni segundas intenciones ni intrigas ni operaciones sibilinas sino algo dicho y asumido a la luz del día y con entera convicción. Es por eso que reclamamos hasta enronquecer por la libertad de Gorki y el final inmediato de las persecuciones a la banda Porno para Ricardo. Es por eso que ni siquiera pensamos que la multa que finalmente se le impuso al joven rebelde sea un final feliz al estilo Hollywood, aunque es obvio que tal cosa es preferible a la prisión y representa quizás un punto de inflexión entre tanta arrogancia y tanta impunidad. Es por eso que seguiremos alerta frente a los futuros exabruptos que sin duda se habrán de producir contra las expresiones de protesta cada vez menos subterráneas que bullen entre la juventud cubana. Y es por eso, como internacionalistas que somos, que no sólo nos preocupan las cárceles cubanas sino todas las cárceles; algo que ahora mismo nos lleva a arrojar una mirada preocupada y solidaria sobre la ejemplar y admirable huelga de hambre que lleva adelante el compañero Amadeu Casellas en el Estado español; a sumarnos a la lucha por la excarcelación del compañero Juan Gerardo Armendáriz García y los cuatro colonos de Nueva Castilla, presos en el penal de Topo Chico, en la ciudad de Monterrey, estado de Nuevo León, México; a reclamar con uñas y dientes la libertad inmediata de Elena Marisol Varela López, documentalista y cineasta mapuche, secuestrada en las mazmorras del “socialismo” chileno; a gritar hasta que revienten nuestras gargantas ¡abajo los muros de todas las prisiones! ¡Libertad para todas y todos los presos políticos y sociales! Es así de simple; simplemente Libertad.
¡Por una Cuba Libre y Libertaria!
¡Salud y Anarquía!
Movimiento Libertario Cubano, a 2 de septiembre de 2008.