Una vez más, la Plataforma Ciudadana Refinería No quiere haceros llegar una INVITACIÓN. No es ésta una proposición cualquiera: es una convocatoria a la participación, por encima de las barreras, saltando los valladares, solventando las cortapisas. Una invitación a dejarse ver y a compartir, contribuyendo, concurriendo, a un nuevo acto reivindicativo, lúdico y de convivencia contra el proyecto de instalación de una refinería en Extremadura. Un (des)propósito, particularmente anacrónico en nuestros días, asociado a la construcción de un oleoducto de más de doscientos kilómetros entre la Tierra de Barros y el mar de Huelva. Una terca intención, contaminante, impuesta a dentelladas, sospechosa en su planteamiento y en su fondo, que ha unido en su contra a organizaciones, colectivos y personas, que con un costoso compás de esfuerzos se han planteado un solo objetivo: que nunca exista, que no se consume la barbaridad. Ahora, más de cuatro años después de la presentación, como un alud, de este decimonónico proyecto de polo petroquímico como algo inexorable, podemos expresar con satisfacción que, a fecha de hoy, y contra los pronósticos descorazonados, estamos cerca, muy cerca, de conseguirlo. De que se imponga la coherencia: el sentido común. Y no son simplemente palabras. Hemos creído, y mientras llueve hay esperanza. Y han llovido palabras y hechos en favor del “no”. La cita a la que te invitamos será en Madrid, en las calles de Madrid, la capital del Estado: El próximo viernes 12 de junio, y el sábado 13, no será Madrid ciudad de cansados, sino ciudad abierta al entusiasmo, a los gritos, al compromiso, a las consignas, a los argumentos que no son los del ansía de bienes materiales y el desarrollismo feroz e inoportuno, Será en la calle Santa Isabel, junto al Museo Reina Sofía. A partir de las 20 horas del viernes 12 de junio. Tendremos mesas informativas, exposiciones fotográficas, proyecciones, debates con expertos, talleres, conciertos... Pasaremos allí la noche entera, al calor de la piel, desayunaremos a lo extremeño con quienes se arrimen a nuestra diana silenciosa pero explícita, y a mediodía nos concentraremos tod@s para compartir la protesta, el buen ánimo, la buena disposición de nuestras trincheras. Os necesitamos. Os esperamos. Hacednos un hueco. Contra el poder que aturde y el ojo del negocio. La movilización ciudadana ha frenado a los gigantes, hasta demostrar con argumentos -con respeto, con un ejercicio de responsabilidad- lo inviable de los planes de promotores privados y públicos, dispuestos a nutrirse de olvido, de indiferencia y sinrazón. No en vano no son molinos, sino gigantes quienes han pretendido imponer desde el primer día sus composturas, sometiendo a un asedio de desinformación y oscuridad a la ciudadanía en general, recetando el silencio y el palo a la disidencia. Pero hoy ya no es tiempo de metáforas, sino de realidades. Al principio no se vislumbraba el desenlace. Hoy sí, y es de éxito. “Imposible”, decían algunos, acerca de que se pudiera impedir la instalación petroquímica. Pero lo imposible es, desde luego, pasar por encima de un poderoso resorte que no se puede evitar: el ser humano y su capacidad para pensar y actuar, para vivir libre de la arrogancia y de la avaricia, dando prioridad a su salud y a la de sus semejantes. Si lo crees importante, ven a compartir un nuevo esfuerzo. Ojalá que sea el último.
Gracias. |